sábado, 13 de agosto de 2011

Nosocomio de Alonso Tapia

Nosocomio de Alonso Tapia

Nosocomio es la primera publicación de Alonso Tapia y es el primer libro de la editorial Pequod, proyecto que busca decir y difundir desde y entre Concepción, asunto no menor si uno lo piensa, sobre todo porque en esa ciudad hay una profunda y subterránea creación literaria, llena de sed desde sus adentros, como el carbón. 

Alonso Tapia estudió Pedagogía en Español en la Universidad de Concepción, anduvo un tiempo en Francia y al retornar viajó a Bolivia contando cuentos. En Julio de 2010 presentó su libro en Valparaíso. Del autor decir finalmente que vivió en Argentina y hoy es casado con Karen, profesora de Ed. Física. Fue jurado de un concurso polémico de poesía joven organizado por la revista El turista, de Concepción.

Nosocomio es un libro que se escribió entre el 2004 y el 2008, tiene un tiraje de 60 ejemplares, se abre a cuchilla, y sólo se puede conseguir en Concepción pidiendo hora para un mes más a la diseñadora Belén Droguett.

Nosocomio encierra una narración. A lo largo de los poemas se construye un personaje que está enfermo y en un hospital. La ironía es ésta: el sujeto no siempre está enfermo y no siempre está en un hospital. Lo que sí es seguro es que este sujeto mutilado y mal diagnosticado, nos habla medio muerto,  está en la pitilla y por eso la lucidez. Uno como lector entra fácilmente en el juego perverso, ya que esa realidad esquizoide es en sí un lenguaje cotidiano, comunicación pura y a la chilena, en donde el enunciado parece espejo de lo implícito. Los enfermos se hacen los enfermos y  los doctores se hacen los doctores. Pura paradoja que nos da risa (en la antología de poesía de Concepción Sub-treinta, Alonso afirma que hay que “utilizar el humor como astrolabio para cuando no vemos los astros. De la pena sabemos ya bastante”), adentro de un escenario que es Chile, adentro de un teatro latinoamericano donde los lamentos hacen coro.

El hospital en este libro es una patria, un espacio que nos recibe cuando dejamos de estar sanos. El hospital es un exilio. En ese lugar los doctores se pitean a los pacientes y una enfermera caliente saben bajar la fiebre. Es posible leer un purgatorio saturado de almas en pena, abandonadas, adentro de un espacio atemporal en su noche cero, adentro de esa misma luz que no es luz de día pero tampoco luz de noche. Es el afuera donde todos los doctores tienen vocación de sepultureros. No hay forma de constatar el avance del tiempo, Nosocomio es el hospital de Chile y Nosocomio es el hospital del pueblo de Comala.

El texto poético es evidencia de un sujeto completamente ensondado, ridículamente vestido, arrastrando sus pocos recuerdos como el suero, casi muerto, sin posibilidad de ceremonia o rito. El doctor debiera compartirle un abrazo y apagar el televisor. La temática es difícil y Alonso Tapia logra poetizar.

¿Será que la enfermedad es un espacio mental, un largo pasillo?, ¿será que todo enfermo (o sano) es en sí su propio hospital?
Dicen que los esquimales cuando sienten a la muerte se van hacia los hielos completamente solos, como los gatos.


De lo que escaseamos

Ni hablar de las condiciones del
recinto.
Una precariedad sin fondo,
no hay anestesia,
sobre todo, sin anestesia.
Faltan machis y médicos,
pero tantos enfermos hay
que no faltan los que viven
en el hospital.
Siempre tendremos problemas
para dormir con ellos.
Se quejan, bufan la extensión de todo un día.
Mil camillas para dos mil enfermos.
Hubo que compartir la cama.
Así, la principal enfermedad
se  propagó,
noche a noche, a la velocidad del semen.
Todas las tardes miles tomaban mate,
veían tv, escuchaban radio.
Los otros, los más, follaban para no morir de pena,
a veces, alguien hacía el amor.
                                                                            
De Nosocomio, AlonsoTapia.

Descarga NOSOCOMIO en el link: http://www.mediafire.com/?2qoy​l808aabrkb4

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